Pilar Boyero deleita a los mayores extremeños cuando entona las coplas que han marcado su juventud y que devuelven a sus memorias tiempos de baile y amores. La coplista cacereña ha actuado para Mensajeros de la Paz Extremadura en las residencias Las Eras, de Hernán Pérez, y La Casa Blanca, de Perales del Puerto. Desde la residencia de Pinofranqueado, Pilar Boyero grabó el programa radiófónico que cada semana emite Canal Extremadura Radio. Los encuentros con la cantante son citas que quedan grabadas en la memoria y en el imaginario de nuestros mayores tanto por la calidad de su arte como por su calidad humana.

Ahora, el 30 de noviembre, a partir de las 11:00 horas, podrá escucharse su voz en la residencia Virgen de Guadalupe, de Carrascalejo. En esta ocasión, volverá a cantar su espectáculo “Copla, memoria de un pueblo”, que a buen seguro arrancará más de una lágrima. Al piano estará acompañada por Pedro Monty, compañero imprescindible de la cantante. 

La de Carrascalejo no es una actuación más para la cantante cacereña porque precisamente fue en esta localidad donde Pilar Boyero dio uno de sus primeros conciertos.

“Copla. Memoria de un pueblo” es para la cantante  “uno de los proyectos que realizo que más me emociona de cuantos hago”. La idea surgió “cuando comprobé la capacidad que tiene la música, y especialmente la copla, para los enfermos de azhéimer”, declara la autora.

“Los residentes tienen una edad, pertenecen a una generación, a esa generación que iba al campo con Juanito Valderrama, con Antonio Molina, Pepe Pinto, y a esa generación de mujeres, esas mujeres que se quedaban en casa haciendo los oficios, como dice Martirio, con Concha Piquer, Juanita Reina, Marifé de Triana”.

Hombres y mujeres “se han enamorado con la copla, han amado con la copla, han sufrido con la copla, han vivido con la copla. Y la copla tiene una capacidad sanadora porque recuerdan cosas muy hermosas”.

Que “Copla. Memoria de un pueblo” sea de sus proyectos profesionales más queridos responde “primero porque sé que a ellos les beneficia enormemente y porque tengo una especial sensibilidad con nuestros mayores”. En su opinión “son una generación a la que le debemos absolutamente todo porque son los que abrieron el camino de la libertad y la democracia y se han esforzado toda su vida para que nosotros hoy vivamos como afortunadamente vivimos en este país”. Para Pilar Boyero, el concierto que dará en Virgen de Guadalupe “es un honor porque me permitirá llevarles lo que yo tengo: el amor y la copla”.

Como decíamos al principio de este artículo, esta es la cuarta ocasión que Pilar Boyero regresa a una de las residencias gestionadas en la región por nuestra asociación. En este sentido, la cantante declara estar “muy contentas de estar con Mensajeros de la Paz Extremadura de nuevo porque sé cómo sois de emocionales con el trabajo que lleváis a cabo y me apetece muchísimo volver a vuestra residencias”.

Cabe recordar que Pilar Boyero puso el broche de oro a la celebración, el pasado 26 de julio, del Día Nacional de los Abuelos, que este año se celebró en Plasencia como parte de los actos que conmemoran el vigésimo quinto aniversario de Mensajeros de la Paz en Extremadura. Para Pilar Boyero estar con el padre Ángel en Plasencia “fue un regalo”, declara la cantante a este diario. Tanto ella como Pedro Monty, amigo del fundador de Mensajeros de la Paz, el padre Ángel es una figura excepcional. En su opinión “el padre Ángel es una de esas personas que pelea cada día porque el mundo sea un poquito más justo y esto no es fácil". “Yo soy creyente y creo que todos los que tenemos una forma pura de creer estamos muy cerca del padre Ángel porque nos da unas lecciones extraordinarias acerca de cómo es Dios y cómo hay que creer”.

Para la cacereña, “el padre Ángel y el papa Francisco son dos hombres que nos están dando unas lecciones de vida y unos valores excepcionales”. Estar con el fundador de Mensajeros de la Paz en Plasencia, "fue un regalo porque le tengo muchísimo respeto y es una de las persona que admiro”. “Al padre Ángel le admiro profundamente porque nos hace sentir muy, muy a gusto a su lado y siempre nos da una lección de amor y de lo que es creer en Dios y formar parte de su Iglesia". Pero “incluso para quienes no creen en Dios, que no es mi caso, el padre Ángel también tiene un hueco en su iglesia para ellos cuando lo que mueve a esas personas es el mismo amor que nos mueve a nosotros”. “De hecho, concluye, en la iglesia del padre Ángel cabe absolutamente todo el mundo”.