Nada que no sepáis, pero todo muy importante
Hoy mis palabras se dirigen a todos vosotros, porque os lo merecéis.
Parece que poco a poco va pasando este triste periodo en el que nos invadió un virus, el Covid-19, que ha amargado vidas, ilusiones y momentos en nuestra querida Extremadura, en España y en el mundo.
Mi recuerdo para aquellos que ya no están con nosotros y que han sido las mayores víctimas de esta crisis. A fecha de hoy hemos despedido a 20 hombres y mujeres: Pilar, Delfina, Eugenio, Miguel, Adela… cada uno con su historia, su sonrisa, sus ideas, sus quejas, ocupando un sitio en el comedor, en los salones, en el porche… lugares que desde que ingresaron en nuestros distintos centros residenciales hemos querido convertir en su nuevo hogar.
Esta grave enfermedad, para las personas mayores, además de poder producirles el fallecimiento, les ha aislado de sus familiares y seres queridos, siendo solo nosotros, el personal de cada centro, técnicos, personal administrativo y yo misma quienes nos hemos ocupado de ellos en la medida de nuestras posibilidades y sin duda con la mejor intención y buen hacer en todos los casos. Saber si lo hemos conseguido es algo que me quedará en el pensamiento para siempre.
Mi admiración para todo el personal, todos los que habéis estado y estáis en esos 16 centros residenciales abiertos, durante esos más de 60 días en los que habéis demostrado valentía y profesionalidad unidas y además alegría y solidaridad, qué impresionante ha sido vuestro talante… estoy realmente emocionada.
Cada uno ha sido y es esencial para salir adelante. Sin duda, sin las difíciles decisiones de dirección, sin nuestros cocineros o el personal de limpieza realizando un trabajo exhaustivo… ¡Qué hubiéramos hecho! Sin el apoyo del personal técnico y administrativo para la organización y la comunicación con las familias ¡hubiera sido mucho peor! Y sobre todo, sin las enfermeras y auxiliares, atendiendo todas las necesidades básicas y dejando la vida de cada uno de nuestros 715 residentes en sus manos. ¡Qué habría sido de ellos!
Merecéis los aplausos que esta sociedad os ha reconocido y mi más sincera admiración.
También ha habido profesionales que no han soportado la presión y la urgencia del momento y se han apartado de nuestro camino. Sabed que a todos ellos también les entiendo. Nadie sabe el límite que puede soportar hasta que lo tiene delante.
La profesión socio sanitaria es, como se ha demostrado en estos duros días, esencial para el cuidado de las personas y eso es a los que nos hemos dedicado todo este tiempo. Y cuando vienen momentos como los pasados, es ahí, de nuevo, con las personas que más lo necesitan, cuando la sociedad y especialmente nosotros, tenemos que dar otro paso adelante. Y al final, cuando podamos hacer balance de nuestras semanas, nos daremos cuenta de todo lo vivido, sorprendiéndonos y reconociéndonos diferentes.
Desde Mensajeros de la Paz Extremadura manifestamos la necesidad de implementar medidas de apoyo para todos nuestros profesionales y no sobra ser imaginativos y eficaces para trabajar de manera conjunta desde las asociaciones y el Sistema de Salud y Servicios Sociales Públicos, caminando de la mano para lograr el equilibrio y encarar un futuro incierto.