Si en los meses del estío usuarios varios de los talleres del Centro Ocupacional de Moraleja y los residentes del Centro Residencial y Familiar de Nuñomoral viajaron en sendas excursiones hasta Romangordo para disfrutar de la localidad, este tercer viaje no ha tenido miedo a las lluvias y ventiscas del otoño.

Las monitoras de Lavandería del centro moralejano han acompañado a los usuarios de su taller para que pudieran conocer en persona las maravillas narradas por sus compañeros. Ahora como en las dos ocasiones anteriores, monitoras y usuarios han disfrutado en la Casa de los Aromas y han paseado entre el cerca de centenar de pinturas murales que hacen de Romangordo un lugar único en la región.

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