Mensajeros de la Paz Extremadura

  • Diario Digital | sábado, 20 de abril de 2024
  • Actualizado 07:15

Un domingo con Jarramplas y Marta

Residentes de Nuñomoral regresan a Piornal para disfrutar de su fiesta más famosa que este año, además, ha hecho un gesto por la sostenibilidad medioambiental. Tras la adrenalina, qué mejor que un buen paseo por la garganta y cascada de Marta en Valdastillas
Nuñomoral con Jarramplas 010203
El grupo de excursionistas en Piornal
Un domingo con Jarramplas y Marta

Una de cal y otra de arena. Así fue el domingo para el grupo de excursionistas del Centro Residencial y Familiar, gestionado por Mensajeros de la Paz Extremadura en la localidad hurdana de Nuñomoral. Media docena de residentes, acompañados por Mercedes Martín, partieron de buena mañana camino de Piornal. La localidad acogía el día 19 la Fiesta de Jarramplas, famoso ladrón de ganado o malvado diablo, según la fuente consultada, contra quien el pueblo se unió para echarlo del vecindario.

Este año, Piornal ha reunido nada más y nada menos que 28 toneladas de nabos con el fin de apalear al Jarramplas. Fuera como fuese, el grupo de viajeros hurdano lo pasó en grande a pesar de las bajísimas temperaturas que registró el domingo la localidad. No hay que olvidar que Piornal es el pueblo más alto del valle del Jerte y de la región en su conjunto y suele protagonizar los informativos de televisión por sus bajas temperaturas.

Jarramplas es desde 1992 Fiesta de Interés Turístico Nacional y cada año recibe a miles de visitantes procedentes de todos los puntos de la geografía española.

Tras el bullicio de la fiesta, qué mejor que relajar vista y alma con las calmas aguas de la garganta Marta, en el término municipal jerteño de Valdastillas.

Los excursionistas en la cascada MartaValdastilla cuenta en sus proximidades con tres lustrosas cascadas idóneas para pasear en familia porque su acceso es apto a todas las edades y las diversas capacidades: Caozo, Calderón y Marta y a esta última viajaron el domingo los excursionistas desde el Centro Residencial y Familiar de Nuñomoral. Esta cascada era utilizada en el Medievo para la molienda de la aceituna utilizando para ello rulos y rodeznos. En sus proximidades también se pueden contemplar antiquísimas tumbas labradas en roca. Un paseo cruzando la pasarela de madera permite al viajero disfrutar de una vista cenital sobre la cascada que vierte en la garganta.

Una mañana intensa que terminó de vuelta a la residencia justo a la hora de comer para compartir con todos los compañeros las emociones vividas.