Mensajeros de la Paz Extremadura

  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
  • Actualizado 00:00

Bye Bye Summer 2020

La imaginación, iniciativa y creatividad han jugado un papel muy importante este verano en el Centro Residencial y Familiar de Nuñomoral, haciendo pasar a sus residentes un verano lleno de entretenimiento y diversión.  
image027
image027
Bye Bye Summer 2020

 

 

El personal de la Asociación de Mensajeros de la Paz de Extremadura considera que la reclusión afecta de manera especial a las personas que están en las residencias, sin poder recibir las visitas de sus familiares, ni disfrutar de las vacaciones y excursiones al exterior como normalmente se llevaba a cabo todos los veranos en el Centro Residencial y Familiar de Nuñomoral. Eso ha hecho que jueguen un papel fundamental la imaginación y la organización de diversas actividades lúdicas para que les ayude a contrarrestar esta larga espera.

 

Este centro, buscando crear felicidad en sus residentes, puso en marcha en su patio exterior “El chiringuito de verano 2020” para paliar los efectos de la soledad, proporcionarles apoyo emocional y un ocio adecuado para las personas con discapacidad intelectual, internas durante todo el verano  en el centro como consecuencia del contagio del Covid-19 que sufre el país en estos momentos.

 

Como cualquier otro chiringuito de verano, disponían de refrescos y helados, así como de un ambiente animado con música y bailes. Además, siempre bajo las medidas de seguridad e higiene recomendables para la prevención del COVID, sus usuarios y usuarias tenían la oportunidad de disfrutar por turnos de un refrescante baño en la nueva piscina.

 

El pasado 4 de septiembre,  se celebró una fiesta de despedida del verano 2020. Un verano sin salir del centro, un verano que marca el final de una etapa y el principio de otra. Un verano diferente, pero ni mucho menos triste.

 

Puede que haya sido un verano extraño, porque no ha habido vacaciones en la playa, ni bailoteo en las verbenas de los pueblos, ni viajes, como ya era tradición en el centro, pero se han mantenido los momentos luminosos que componen todos los veranos. La música en el patio retumbando por cada uno de sus cuerpos, los chapoteos en la piscina mezclados con la risa producida por las guerras de globos de agua,  las coreografías inesperadas que cambian el ritmo de la fiesta, una canción, un mordisco de sandía, degustar ese primer helado que se derrite antes de tiempo, disfrutar del Chiringuito del patio…porque en el Centro Residencial y Familiar de Nuñomoral se han comprometido a fabricar y reproducir todos esos elementos que componen un buen verano, hasta en condiciones de pandemia.

 

Por todo ello, este verano se merecía una despedida por todo lo alto, una despedida con una gran fiesta compuesta por sus canciones favoritas, juegos, talleres de estética, una cena de gala, regalos y una sorpresa por parte de todos los monitores y monitoras.

 

Durante la mañana se decoró el patio con globos y guirnaldas para que a las 17:30 horas estuviera todo listo.

 

Se comenzó dividiendo a todos los residentes en grupos para hacer una maratón de juegos típicos del verano: la zapatilla por detrás, las sillas, relevos con huevos, prueba tu puntería, el pañuelo, los bolos y el photocall veraniego.

 

A esta maratón le siguió una merienda muy dulce para recuperar fuerzas, compuesta por gominolas, refrescos y panchitos.

 

A las 19.00 horas, comenzó a sonar la música en los altavoces, todas las canciones elegidas por los chicos y chicas. Y bailando al ritmo de Paquito el chocolatero, El gallo sube, Bomba, La jota, Burriquito como tú….las agujetas les acompañaron durante toda la semana.

 

Más tarde llegó el momento de ponerse sus mejores galas, las chicas más coquetas acudieron al taller de estética, la ocasión merecía la pena. Y a la luz de las velas degustaron una cena exquisita: ensalada tropical de primer plato, solomillo a la pimienta de segundo, y un delicioso tiramisú con nata y sirope de chocolate de postre. El chef fue merecidamente aplaudido y ovacionado.

 

La guinda del pastel fue puesta por todos los monitores y monitoras, quienes a modo de sorpresa habían preparado una coreografía al son de la canción “Savage love”, tendencia del verano 2020, demostrando que en el Centro de Nuñomoral todos están a la última.

 

Además, se regaló a cada uno de los residentes chapas personalizadas para que tuvieran un recuerdo de este maravilloso día. Un día que, tanto para usuarios como para el personal, quedará grabado en sus recuerdos con mucho cariño. Todo salió perfecto.

 

Y resulta que, desde el CRF de Nuñomoral han descubierto que hay un sentimiento global nacido de una pandemia, y es valorar las pequeñas cosas más que antes. La unión hace la fuerza y ellos y ellas están más fuertes que nunca.

 

Para ver todas las fotos de este entrañable verano, haz click AQUÍ.