Los estudiantes de primaria tienen entre tres y doce años e irán acompañados por sus profesores y la dinamizadora turística, Guadalupe Ordóñez. Los niños quieren celebrar con sus mayores el Día del Libro y para ello han organizado distintas actividades, todas ellas relacionadas con la narración, tanto oral como escrita.

Los pequeños leerán al auditorio poemas de Gloria Fuertes y el sainete “El tío tinajas”.

Los mayores, por su parte, también leerán a los más jóvenes unos poemas pero, sobre todo, les contarán historias de su propia infancia y juventud, cuando la vida se hacía en la calle.

Las nuevas generaciones podrán conocer por boca de sus protagonista cómo era, por ejemplo, el oficio de zapatero que con tanta sabiduría realizó durante mucho años Anastasio. Angelita fue porquera y sobre el duro trabajo de cuidar una piara hablará a los niños. Ella aprendió a leer en la Escuela de Adultos porque de niña siempre tuvo que trabajar duro. Ángeles les contará cómo era la vida en un molino de harina y también conocerán cómo trabajaban los contrabandistas con el estraperlo. Eran otros tiempos y otros oficios.

Los residentes de Las Eras han estado escribiendo un cuento que también han ilustrado con la intención de mostrárselo a los niños durante la visita.

Con esta visita “se trata, en definitiva, que los niños tengan contacto con sus mayores y conozcan como vivían la escuela hace años”, declara la promotora de la actividad intergeneracional, Guadalupe Ordoñez.

La actividad tiene una duración prevista de noventa minutos y después de la visita a la residencia, los estudiantes conocerán el Centro de Interpretación del Aceite y el vino, de Hernán Pérez, donde serán agasajados con un delicioso sopetón.